jueves, 30 de octubre de 2008

Pequeños momentos

En la vida de un consultor no es todo estrés. Dejar de lado esas “tareas” de después del trabajo es algo que debería de hacer mas a menudo.


Anoche lo hice y terminé recordando películas Disney con mi compañera de piso. (Conocida por la de las lentejas en un blog amigo). Todo empezó a lo tonto hablando de la oreja de van gogh. Grupo que para nada pensaba que le gustaría y terminamos cantando como bobos. De esas canciones pasamos a descubrir un plagio (claro) de la oreja a una canción de “la princesa cisne” (y no es broma, escuchad Palabras para Paula del grupo de Donostia y Es lo que llamo diversión de la película de Dreamworks y flipad!)
Pues bien, la muy ilusa, hablando de dibujos me quiso poner a prueba sobre mis conocimientos de canciones Disney. JA JA JA. ¿Disney? Me podido ver TODAS las peliculas mil quinientas veces. Obviamente me supe todas, pero lo mas flipante fue cuando me puso una canción de GOOFY E HIJO!
Dios!! Amaba esa película cuando era pequeño. Tenia el vhs, poster, juguetes… me sabia hasta los diálogos. Y por fin encuentro a alguien que se la sabia tan bien como yo! Literalmente lo flipe!

Nuestro próximo objetivo es alquilarla y verla y cantarla, claro esta. Y de este finde creo que no pasa.


Y como dice la oreja,

“La vida es coleccionar pequeños momentos de felicidad, que son como el día que siempre se van, pero regresaran”

Apliquémonos el cuento.

miércoles, 29 de octubre de 2008

¡Tombola!

Recuerdo hace un mes aproximadamente, cuando estábamos terminando los cursos de formación SAP, que nos vino a visitar lo que para mi entonces era un “pez gordo” de mi departamento. Empezó a comentarnos los proyectos en los que empezaríamos a trabajar a la semana siguiente. Todos teníamos mil ganas de saber que seria de nosotros la semana próxima, y quizás por eso cuando oí mi nombre se me acelero el corazón. ¡La cara que se me quedo al saber que era el único de toda la clase que no tenia proyecto fijo era de pocker! Me nombraron 3 proyectos, 3 empresas y cada una un mundo.

El resultado final es que el lunes, el único del curso SAP que estaba en la torre de staff era yo. (El primer dia en el staff es algo difícil de olvidar, mejor dicho, la primera semana. Pero ya hablaremos de eso en otra entrada)
El caso es que ahí llegué yo, sin saber para donde tirar y me recibió el anteriormente citado “pez gordo”, el cual resulto ser un gerente de lo mas accesible y simpatico. Fue en ese momento, cuando m recibió y me comento mi tarea que me di cuenta que la consultoria es algo impredecible. Ahora estas aquí, luego puedes estar ahí y mañana el cliente dirá. Ese era mi caso. Me había pasado dos semanas aprendiendo SAP financiero, y cuando realmente toca ponerse delante del toro, m sueltan que aparque SAP y me ponga aprender Oracle, por “necesidades del sector”.
Y ahí sigo yo, en la planta 41 autoaprendiendo Oracle, concretamente el modulo de RRHH. No es tan mala vida, al menos cumplo horarios y tengo bastantes descansos.

Una rutina a la que me acostumbrado y me gusta. Hoy en cambio, no ha sido todo como cada mañana. Tenia una noticia (o noticion) esperándome:

Te mandamos a Finlandia.



martes, 28 de octubre de 2008

Sobrevivir bajo tierra

Todas las mañanas, cualquier habitante de una gran ciudad tiene un reto. No, no me refiero a conseguir moverse de posicion horizontal, que ya lo es bastante, hablo del metro.


Son varias las hazañas que supone un viaje en metro, desde conocer los miles de transbordos que uno tiene que hacer para algo que andando tardaria 15 minutos, hasta conseguir que una de las jodidas maquinas consiga leer tu tarjeta de credito porque no quieres que devuelva el cambio de 20€ en monedas de 50cents. Sin embargo solo me centrare en la experiencia de una mañana cualquiera para un currante.


Todo empieza tarde. Porque es como llegas al curro, tarde. Bajas las escaleras mecanicas a trompicones porque oyes el tren llegar y pasas de estar 3 minutos como un tonto esperando en la estacion. Sin caerte, de milagro, llegas al anden. El tren que oias era el de la otra direccion. Te quedas como un tonto 3 minutos en el anden y encima sudando. No hemos hecho nada mas que empezar.


La gente va llegando. Tu sabes en que sitio estrategico ponerte para que luego el tren te deje justo en la puerta de acceso para el siguiente transbordo. Lo malo que el resto de la peña tambien lo sabe y se pegan a ti. Se acerca el tren, y con el los empujones. Tranquilidad, en tu ipod suena eso que llevas tarareando desde que te has levantado.
Se abren las puertas del tren. Nadie sale. Tomas aire fuerte e intentas buscar un hueco, los dias que hay suerte consigues hasta un sitio donde agarrarte. Una parada, otra, otra. la musica suena, el calor es insoportable, y si, sigues llegando tarde.
Misteriosamente todo el mundo parece hacer tu mismo transbordo porque todos salen en bloque contigo. Apelotonamiento en las escaleras mecanicas. Mas empujones.
Oyes el tren, y esta vez sí es tu tren. Corres e intentas buscar un vagon donde exista al menos una minima posibilidad de meterte. Lo encuentras segun suena el pitido de "cerrando puertas". El amor se respira en el vagon, todos nos achuchamos como hermanos.
Y por fin lo que parecia imposible, sucede. La Voz anuncia tu parada final. Intentas como puedes moverte para posicionarte para salir, y es entonces, cuando claramente vas a salir cuando la señora de turno (la misma que a pesar de que el vagon vaya petado se las apaña para sacar su libro de 1800 hojas y ponerse a leer metiendote las hojas por el ojo) te arranca un hombro para decirte "¿vas a salir?" y tu como... "obviamente señora, ¿no lo ve?" pero te limitas a decir un "si". Da igual, la señora va a su rollo y empieza a empujarte para salir a toda costa.
Sales, despues de la señora tocapelotas claro, y tras esperar la rutinara cola de las escaleras por fin eres libre. Solo te quedan 9 horas delante de un ordenador por delante.


¿a que da gusto empezar el dia asi? Para que luego digan que un currante no tiene emociones fuertes cada mañana

lunes, 27 de octubre de 2008

De bien Venida

La vida esta llena de etapas.

Para cuando te das cuenta, los recreos cambiando cromos pasan a ser tiempos para planear el finde con los amigos. Luego dan paso a esas "recreos" otorgados a uno mismo en el que los planes siguen fluyendo en esa cafeteria de la uni.

Pero todo tiene su fin, y llega la dura vida del currante.

Me reservado este espacio en la red para mostrar con mis ojos como es esa vida. En una nueva ciudad, con nueva gente y nuevos retos y todo lo que ello conlleva.

Sobre mi... no es plan de aburrir, bastante me aburrieron los 5 años de ingenieria informatica que me tuve que tragar, para acabar trabajando en una multinacional como consultor.


que empiece la aventura, pues!